Cien es un color
Cien es un color explora la abstracción como un lenguaje compartido entre las artes y las matemáticas. A través de la obra reciente y del archivo de la artista germano-chilena Cornelia Vargas, sumamos esta muestra a las acciones de conmemoración del centenario de la fundación de la Bauhaus, centro de experimentación plástica, tecnológica y didáctica que formó parte de la corriente modernista iniciada a fines del siglo XIX. Como vehículo fundamental de la expansión de esta utopía constructiva, la Bauhaus cruzó los saberes artísticos, científicos y tecnológicos con las prácticas cotidianas del diseño y la arquitectura para contrarrestar el exceso de irracionalidad que marcaba las dinámicas sociales de esos años.
Cien años después, tanto en Chile como en el resto del mundo, la amenaza del exceso irracional y la evidencia de las debilidades del sistema democrático persisten, pero bajo nuevas formas: el superávit de basura, la circulación masiva de información falsa, la saturación de dióxido de carbono en la atmósfera, de plástico en los mares, de individualismo y de consumo, determina como constante desafío a la vida colectiva. En tiempos de exceso, recordar la herencia bauhausiana y localizar sus huellas a nivel local supone observar la pervivencia de proyectos guiados por una ética de la economía de recursos, la búsqueda de precisión y comprensión en base a lenguajes comunes y la orientación interdisciplinar de sus colaboradores.
Siguiendo las exploraciones de la Escuela de Ulm durante la década de 1950 en torno a la semiótica, el lenguaje algorítmico y la visualización de datos, esta exposición da cuenta del diálogo que Cornelia Vargas ha sostenido con el matemático Alejandro Jofré, miembro del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile. Este diálogo se proyecta también hacia las obras de Fresia Gangas, Adriana Tureuna, Fresia Barría y las integrantes de la Agrupación de Colchanderas del Itata, Ninhue y Quirihue, Región de Ñuble, artesanas que cultivan materias, formas y saberes ligados a otras geometrías. Sus piezas, realizadas especialmente para la muestra, dan cuenta de la diversidad de lógicas abstractas y al mismo tiempo, de la continuidad de los patrones y matrices que emergen de los procesos creativos humanos. La exposición es, entonces, una invitación a enhebrar las tecnologías de la memoria, de los materiales, de la creación artística y de la forma funcional con el hilo de la abstracción.